lunes, enero 12, 2004

El amor desea, el temor evita. En esto consiste que nadie pueda ser amado y temido a la vez por la misma persona, a lo menos a un tiempo. Desde que el que respeta reconoce el poder, le teme; su condición es la de un temor respetuoso. Pero el amor no reconoce ningún poder, nada que separe, distinga, establezca superioridad o inferioridad. Por esto el que no respeta mas que a los hombres ambiciosos siente en secreto o abiertamente repugnancia del hecho de ser amado.

"Amor y Respeto"
Nietzsche - Humano, demasiado humano