Un poquito del Pueblo....
La ciudad de Oaxaca debe su fama, entre otras cosas, a la riqueza arquitectónica de sus edificios, templos y capillas, cuyas suntuosas fachadas tapizadas de cantera verde de Ixcotel, con mil tonos de esmeralda, han resistido el paso del tiempo y le han dado el nombre de: La Verde Antequera.
Y no se puede negar el peculiar celo con el que nosotros, los oaxaqueños, conservamos nuestras tradiciones y leyendas haciendo que el paso del tiempo tampoco tenga influjo sobre ellas.
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